Si el fin de semana que viene os encontráis en la Toscana, tal vez sea el momento de llevaros un recuerdo único de Arezzo, donde se celebra como cada primer fin de semana de mes su famosa Feria de Antigüedades. Esta feria, que fue la primera en celebrarse en Italia y que aún es la mayor del país transalpino, está llena de sorpresas para el visitante curioso.
Entre sus puestos podéis encontrar desde pequeños objetos hasta otros más grandes como sofás, espejos o incluso futbolines bastante distintos de los que tenemos en España. Su fundador, Ivan Bruschi, se quiso inspirar en el mercado de Portobello y crear una feria similar en su amada ciudad y con el tiempo, además de puestos, se llevaron a cabo eventos y actividades paralelas en las que podéis descubrir pedazos de historia que parecían olvidados hace tiempo.
Si os animáis a asistir, podréis encontrar cerca de 400 expositores que venden obras de arte, muebles, joyas, bisutería, relojes, libros, instrumentos científicos o musicales, juguetes e incluso mantelerías antiguas. Uno de sus puntos fuertes es que al celebrarse al aire libre el casco antiguo de Arezzo envuelve los puestos como un marco incomparable y si no tenéis dinero para compraros antigüedades siempre podéis recurrir a los puestos de objetos vintage mucho más asequibles.
Podéis encontrar la feria el 1 y el 2 de febrero partiendo de la plaza Amintore Fanfani por todo el centro de la ciudad. ¿Os animáis a introducir antigüedades de Arezzo en vuestra vida?
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